Debo decir que para mí fue toda una sorpresa recibir un obsequio de este calibre y la verdad es que me ha dejado muy sorprendido, por esta misma razón, les quiero compartir esta pequeña y suculenta historia.
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En estos años, he venido bastante por detrás, a lo que se refiere jugar a títulos de videojuegos, porque no tenía una máquina con las características suficientes para soportar títulos más actuales, de hecho en las redes siempre ponía de broma que tan solo el pixel más pequeño del primer frame de cualquier juego nuevo podría explotar mi computadora. Sí, estaba exagerando un poco simplemente para ponerle humor a la situación; sin embargo, las cosas tomaron un giro un poco inesperado estos días, cuando de repente me encuentro con una gran sorpresa, y es que mi amigo Renzo decide hacerme un obsequio, si como lo están leyendo. UN GRAN OBSEQUIO.
Al principio pensé que se trataba de un control para jugar con la computadora a juegos de arcade, porque a estos sí que los mueve bastante bien y como él tiene un negocio dedicado a electrodomésticos de entretenimiento e informática, e incluso en su casa tiene varios equipos de estos, pensé que lo más probable sería un control de arcade. Aun así, si creyera eso, no estaría exagerando en lo más mínimo, ya que la posibilidad estaba.
La cosa radica en que hace un par de días decidí ir a Fray Bentos y llamarlo para una pequeña juntada como hacemos cada vez que puedo. Lo cual no es siempre, diría algo así como 2 o 3 veces al año, pero bueno, el trajinar de la vida no siempre nos mantiene tan unidos como quisiéramos, aunque en alguna que otra ocasión me preguntó si volvería a vivir a Fray Bentos a lo que mi respuesta ha sido como siempre:
—No lo creo, ya estoy en mercedes bastante a gusto.
Mientras estábamos comiendo me dijo algo que me llamó mucho la atención y fue la frase:
—Ya tengo lo tuyo. —Es que hace un tiempo me había dicho, estoy trabajando en algo para vos, pero lo estoy haciendo muy de a poco.
—Pero por favor, no pasa nada, no tengo apuro— le dije sin saber exactamente de que se trataba.
Imagínense
mi alegría, al fín podría jugar a la computadora con un control tipo
arcade en mi computadora, al menos eso era lo que me podía imaginar,
porque no me daba la cabeza para otra cosa; sin embargo, la historia era
muy distinta y la frase fue la siguiente:
—… Incluso te puse el Silent Hill Arcade.
Creo
que allí sí, me cayó la ficha, y me di cuenta de que no era
necesariamente un control de arcades para la computadora lo que me tenía
pronto, sino que sería una computadora, directamente, lisa y llana.
El
tipo, me había preparado una torre completa para que pueda jugar, pero
no solo eso, sino que además incluyo un control, un teclado y un ratón, honestamente eso no es poca cosa, todo lo contrario, era un regalo que ni yo mismo me podría hacer, al menos viviendo en esta realidad actual.
La
versión extendida la podría contar en otra ocasión, pero lo más
importante está condensado en esta pequeña historia que les he traído.
No solo me dio el equipo, sino que además incluía 2 juegos que
hace mucho tiempo que quería disfrutar. Resident Evil 2 Remake y
Resident Evil 3 Remake, además de unos cuantos de cientos de juegos de
diferentes sistemas, como puede ser playstation portatil, Arcades, Game
Cube, Nintendo DS y Super Nintendo, así como también juegos de la mítica
MS-DOS, entre muchos otros.
Ustedes
se podrán imaginar lo que es para mí un equipo de estas
características, porque al fin voy a poder disfrutar no solo de estos, sino que de muchos juegos más que me han quedado pendientes y que por
distintos motivos no pude jugar en su momento. Por lo
tanto, solo quiero cerrar con un profundo agradecimiento a Renzo
Milessi, pero no solo a él, porque estoy seguro de que todo el equipo
que trabaja en el negocio está metido en este regalo. Directa o
indirectamente. Por eso, sin más, todo lo que puedo hacer es agradecer haciendo lo que mejor sé hacer... Jugar videojuegos.
De cajón que cada uno de estos es un futuro material, tanto para el blog como para la revista, ya que muchos artículos los agrego allí como parte del contenido.
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